Los habitantes de Pacaraima, en Brasil, realizaron un ataque a los campamentos de los venezolanos, en respuesta al asalto por parte de venezolanos de un conocido comerciante de la ciudad, que quedó herido. / AFP


El presidente brasileño, Michel Temer, convocó una reunión de emergencia ayer para evaluar la situación en la frontera con Venezuela, después de que ​campamentos improvisados de venezolanos fueran atacados por vecinos de la ciudad de Pacaraima, en pleno aumento de las tensiones regionales por la inmigración.

Temer se reunió en el Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial en Brasilia, con seis de sus ministros, entre ellos el titular de Defensa, el de Seguridad Pública y el de Relaciones Exteriores, sin que hasta ahora hayan trascendido más detalles.

La situación en Pacaraima, vecina con la venezolana Santa Elena de Uairén, estaba tranquila ayer, en parte porque vecinos de la ciudad lograron expulsar con amenazas a los venezolanos que malvivían en los campamentos callejeros, escapando de la grave crisis económica, política y social que vive su país.

“Cerca de 1.200 migrantes venezolanos regresaron a Venezuela” entre el sábado y ayer, confirmó el portavoz de la “fuerza tarea” brasileña, un grupo multidisciplinar que opera en la frontera con Venezuela, con participación de las Fuerzas Armadas, organizaciones civiles y ONG para atender el creciente flujo migratorio.

“La ciudad parece un desierto hoy (ayer). Está muy tranquila porque llegó refuerzo policial y los mercados están reabriendo”, dijo un vecino de este municipio de unos 12.000 habitantes, que pidió el anonimato.

El ministerio de Seguridad Pública anunció la víspera que hoy reforzará con 60 hombres las tropas ya presentes en Pacaraima, después de que el sábado en la mañana se desatara el caos con ese ataque a los campamentos de los venezolanos.

 

Ataque a venezolanos

Aparentemente, el episodio fue una respuesta al asalto por parte de venezolanos de un conocido comerciante de la ciudad, que quedó herido. Eso habría hecho que decenas de residentes del poblado atacaran los dos principales campamentos ​​de inmigrantes en las calles y quemaran todas sus pertenencias.

“Fue terrible, quemaron las carpas y todo lo que había adentro”, contó a la AFP Carol Marcano, una venezolana que estaba en la frontera. “Hubo tiros, quemaban cauchos”, contó.

La gobernadora del estado de Roraima, Suely Campos, reiteró que debería cerrarse temporalmente la frontera porque las autoridades están desbordadas, especialmente en la capital, Boa Vista, y pidió a Brasilia refuerzos para “enfrentar el aumento de la criminalidad”.

Cientos de miles de venezolanos han cruzado también las fronteras terrestres hacia Ecuador y Colombia en los últimos meses para intentar escapar de la grave crisis que afecta a su país, con elevada escasez de alimentos, productos básicos y medicinas.